martes, 12 de agosto de 2008

Caballos

Tipos de caballos.
El caballo doméstico fue introducido en Babilonia hacia el año 2000 a.C., y en Egipto, los hicsos, que procedían del noreste de Siria, lo introdujeron 300 años más tarde. Estos caballos fueron los antecesores de la raza árabe de Oriente Próximo y del norte de África. Se cree que en Europa se domesticó también otra raza de caballos, pero era de constitución más robusta y de movimientos más lentos: se consideran los antepasados de los caballos de tiro modernos (utilizados sobre todo en agricultura). Por otro lado, algunos especialistas creen que una raza de las islas Británicas fue la que después dio lugar a diversas razas de ponis modernos.

En gran parte de Europa y hasta el siglo XVII el caballo se utilizó sobre todo como montura para campañas militares y como animal de carga. Al mismo tiempo, el mundo árabe había criado una raza de caballo más pequeño pero muy rápido, que luego sería introducido en España después de su conquista por los árabes en el siglo VIII. Los caballos españoles adquirieron enorme fama debido tanto a su rapidez como a su resistencia, y ya en el siglo XII se exportaron muchos a otros países de Europa. Es curioso, sin embargo, que la cría caballar no fuera sistemática hasta finales del siglo XVII, cuando se llevaron machos árabes a Francia y a Inglaterra para cruzarlos con yeguas originarias de estos países.
Los conquistadores españoles introdujeron el primer caballo doméstico en América durante el siglo XVI, que era de raza árabe. Se cree que tanto Hernán Cortés (conquistador de México), como Hernando de Soto (descubridor del río Mississippi), perdieron algunos de sus caballos durante sus expediciones; éstos podrían ser los progenitores primitivos de las manadas que hoy viven en el oeste de Norteamérica. Los colonizadores ingleses, sobre todo los que se establecieron en el estado de Virginia (Estados Unidos), también introdujeron caballos cuando llegaron al continente americano.

A lo largo de los últimos 300 años los criadores de caballos han llevado a cabo una labor de mejora de varias razas, así como el desarrollo de otras para que sirvieran a una finalidad determinada. El resultado de todo ello ha sido la aparición de nuevas razas como el caballo de monta, apto para la carrera; el caballo de caza, utilizado por su resistencia; el caballo de tiro, apropiado para soportar pesos grandes, y determinados ponis, que se emplean en el juego del polo por su facilidad de adiestramiento y su rapidez.
El caballo de raza árabe se suele clasificar en tres variedades distintas. El caballo turco que procede de la parte europea de Turquía y de Asia Menor, el árabe que procede de la región comprendida entre Damasco y el río Éufrates y, por último, el caballo de Berbería, en el norte de África. Los caballos árabes, en comparación con el resto, son animales pequeños: miden entre 1,4 y 1,5 m a la altura de la cruz. La altura de un caballo se suele medir en manos; una mano (se considera el ancho de la mano humana) equivale a 10 cm de longitud. Los caballos árabes se caracterizan por su notable resistencia y por la velocidad que alcanzan al galope. Todos los caballos de monta derivan en su gran mayoría del contingente árabe.

Los caballos pura sangre son, estrictamente, los que pertenecen a un linaje puro, que procede de una línea que sólo se ha cruzado con caballos que mantienen el estándar de la raza. No obstante, existe otra acepción de pura sangre, acuñada por los criadores de caballos, que califica a los caballos fruto del cruce entre yeguas inglesas y tres razas distintas de machos: una de tipo turco, otra de tipo árabe y otra del norte de África; estos caballos aparecieron a principios del siglo XVIII. En su uso común, el término pura sangre tiene una connotación de exaltación de las buenas cualidades de la raza. Desde el punto de vista biológico los caballos de monta deben considerarse más como un tipo especial de caballo que como una raza diferente. Los caballos de monta pesan menos que los de tiro. Hay numerosas asociaciones creadas en torno al mundo del caballo, pues las actividades y deportes ecuestres han alcanzado gran popularidad.
Entre las diversas razas de caballos de tiro son dignos de mención el caballo belga, el Shire, el Clydesdale y el percherón. El primero es uno de los caballos más grandes que existen, el segundo es un caballo inglés y ambos tipos son el resultado de mejoras de los caballos originarios de Bélgica y de Inglaterra. El Clydesdale es un caballo más pequeño que los anteriores y se obtuvo en Escocia mediante el cruce de sus caballos con las razas de caballos belgas y Shire. Por último, el caballo percherón, originario del antiguo distrito de Le Perche, en el noroeste de Francia, se consiguió cruzando caballos árabes con la antigua raza flamenca, de la cual el caballo belga es su representante moderno.

Caballos de tiro: pesan más de 630 kg; estos caballos se criaban para conducir a los caballeros en las batallas con cargas completas de armas. Los caballos pesados se desarrollaron originalmente a partir de los tipos salvajes que se encontraban en Europa. Posteriormente fueron muy importantes para los trabajos de tracción en las granjas y para mover cargas o fletes pesados en las ciudades. En la actualidad están casi totalmente reemplazados por máquinas inventadas por el ser humano.
Caballos ligeros: pesan de 405 a 630 kg; son conocidos como caballos de “sangre caliente” debido probablemente a su temperamento brioso. Se piensa que todos los caballos ligeros descienden en gran parte de los tipos antiguos asiáticos y medio-orientales, domesticados hace mucho tiempo, tal vez desde el año 3000 a.C. Muchas razas de caballos ligeros se originaron desde entonces, y dependiendo de su tipo se agrupan de modo arbitrario en aquellos que son criados por su velocidad, para manejar el ganado, para monta o equitación y los que se usan con arneses.

Ponis: en general miden desde 1.10 hasta 1.40 metros de altura y pesan menos de 405 kg; sin embargo, existe una gran variación en el tamaño de los ponis, lo que impide establecer una distinción marcada entre los ponis y los caballos. Son útiles principalmente como montura para niños, aunque también se exhiben en espectáculos ecuestres.




Tipo de alimentacion:

El aparato digestivo de los caballos les permite realizar la fermentación de su alimento en el intestino grueso, para que su digestión sea más eficiente.
Entre los alimentos que componen la dieta del caballo se incluyen:
los forrajes, heno y paja,
los granos y sus derivados, como el maíz, el salvado, y la avena,
los alimentos suculentos, como las zanahorias y manzanas,
los suplementos proteínicos y los aditivos
El tipo de alimentación del caballo dependerá de su edad, tipo de actividad que realiza y estado fisiológico.
También existen alimentos comerciales o procesados para caballos, que están balanceados con los nutrientes que requiere el animal.
Un punto fundamental de la cría de caballos es la alimentación, ya que debido a la disposición o tipo de aparato digestivo, es muy propenso a sufrir de cólicos, los que llegan a provocar su muerte.

Tipos de marcha
Los caballos pueden realizar diferentes tipos de marcha cuando caminan o corren; algunos son adiestrados para ello. Por cuestiones de conveniencia se pueden dividir en dos tipos: marcha simétrica, en la cual los intervalos entre cada contacto de las patas con el suelo son idénticos y la marcha asimétrica, donde los intervalos no son iguales. Las andaduras simétricas más comunes son marcha, paso y trote. Las de tipo asimétrico son el galope y sus diversas variantes. Las dos patas traseras pisan el suelo y se levantan antes de que las patas delanteras se apoyen; cuando las patas traseras o delanteras tocan el suelo no lo hacen de forma simultánea.




No hay comentarios: